Dios tiene en sí mismo toda misericordia para perdonar, toda la gracia que te enriquecen, toda la sabiduría para dirigir, todo el poder para que lo defienda, toda la justicia para vestirte, para suministrar toda la bondad y la felicidad que todos a la corona que no importa qué tan grandes pecados usted puede ser que han cometido errores, y usted puede ser que han hecho.
'' El Señor es compasivo y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia. No para siempre con nosotros, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestros pecados, ni nos castigó conforme a nuestras iniquidades. Porque como los cielos sobre la tierra, tan grande es su misericordia sobre los que le temen. Como dista el oriente del occidente, así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como un padre se compadece de sus hijos, por lo que el Señor se apiada de los que le temen''. Salmo 103: 8 - 13. De acuerdo con la escritura anterior, él no tiene y no hará con nosotros conforme a nuestras obras, debido a su bondad y amor a través del cual envió a Su único Hijo Jesucristo a pagar el precio. En el versículo 17 de este mismo capítulo, se dice'', pero la misericordia de Jehová es desde la eternidad hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de sus hijos''. No es porque de lo que hacemos que hacen que sea bueno y tenga misericordia de nosotros, sino que más bien ha sido bueno con nosotros, incluso antes de que Él nos creó a su imagen y semejanza. En el Salmo 23: 6 dice que su bondad y la misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida.
'' Porque seré propicio a sus injusticias y sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré'' no más. Hebreos 8: 12 No ha hecho y nunca nos va a mirar de la misma manera nos mira como no dignos de su presencia, la misericordia, la gracia, el perdón. Al Él quiere oír y ver es que debemos reconocerle y creer lo que el Señor y nuestro salvador personal.
'' No por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia nos salvó'' Tito 3: 5.
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